Desde homenajes a leyendas del rock hasta colaboraciones inesperadas, la edición 2025 de Lollapalooza en Chicago ofreció una experiencia única, donde se cruzaron generaciones y géneros musicales durante cuatro días intensos en Grant Park.

Chicago volvió a ser el epicentro mundial de la música con Lollapalooza 2025, una edición cargada de emoción, nostalgia y renovada energía. Lo que comenzó en los años 90 como la gira de despedida de Jane’s Addiction, se ha transformado en uno de los festivales más relevantes del mundo, a la altura de Coachella, Glastonbury o Primavera Sound.

Durante cuatro jornadas, Grant Park se convirtió en una explosión de sonidos, colores y sorpresas. Desde jóvenes headliners hasta icónicas bandas del pasado, el evento dejó momentos que ya son parte de la historia reciente de la música en vivo. A continuación, repasamos los cinco momentos más destacados del Lollapalooza Chicago 2025:


1. Cage The Elephant emocionó con homenaje a Ozzy Osbourne

Uno de los momentos más conmovedores del festival fue protagonizado por Cage The Elephant, quienes rindieron tributo al legendario Ozzy Osbourne, fallecido el pasado 22 de julio. Con una emotiva versión de “Changes”, el grupo recordó al ícono del heavy metal con palabras de afecto del vocalista Matt Shultz:

El homenaje, presentado apenas semanas después del último concierto de Osbourne con Black Sabbath en Birmingham, fue recibido con respeto y emoción por parte del público.


2. Olivia Rodrigo y Weezer: sorpresa generacional en el escenario

El viernes por la noche, Olivia Rodrigo hizo historia en su debut como cabeza de cartel en Lollapalooza al invitar a Weezer al escenario. “Siempre recuerdas tu primer concierto”, dijo Rodrigo antes de revelar que la banda fue la primera que vio en vivo. El público estalló cuando sonaron los primeros acordes de “Buddy Holly” y “Say It Ain’t So”, dos himnos del álbum homónimo de Weezer (1994).

La colaboración fue una conexión directa entre el pasado y el presente del pop-rock, y reafirmó la habilidad de Rodrigo para crear momentos virales y emotivos. Weezer no tocaba en el festival desde 2005.


3. Sabrina Carpenter y Earth, Wind & Fire hicieron vibrar con funk

Sabrina Carpenter confirmó su ascenso meteórico con un show lleno de energía, producción impecable y una sorpresa de otro nivel: invitó a Earth, Wind & Fire a compartir escenario. Juntos interpretaron los clásicos “Let’s Groove” y “September”, en un guiño al funk con ADN local que puso a bailar a todo Grant Park.

Este momento fue uno de los más celebrados de toda la edición, y demostró que la cantante sabe rodearse de leyendas para dejar huella.


4. Tyler, The Creator presentó Don’t Tap The Glass con fuego y narrativa

El cierre del primer día quedó en manos de Tyler, The Creator, quien volvió a reafirmar por qué es uno de los artistas más innovadores de la escena actual. Con una puesta escénica cargada de visuales, pirotecnia y storytelling, el rapero sorprendió al abrir con dos temas de su nuevo disco Don’t Tap The Glass: “Big Poe” y “Sugar on My Tongue”.

El set repasó parte de su discografía, pero mantuvo un fuerte eje en Chromakopia (2024), su anterior trabajo. La performance fue teatral, visceral y magnética, con un despliegue que elevó el estándar de los shows en festivales.


5. Korn regresó a Lollapalooza tras 28 años con un show aplastante

Uno de los regresos más esperados fue el de Korn, que no se presentaba en Lollapalooza desde 1997. Su retorno fue una descarga de pura energía nu metal con clásicos como “Blind”, “Freak on a Leash”, “Got the Life” y “Falling Away From Me”.

El vocalista Jonathan Davis, visiblemente emocionado, agradeció al público y bromeó con los fans más jóvenes: Con referencias a Metallica y Queen durante su set, Korn no solo tocó, arrasó.


Un festival que une generaciones

Lollapalooza 2025 fue, más que nunca, una celebración del cruce generacional: jóvenes artistas rindiendo homenaje a leyendas, leyendas abrazando nuevas corrientes musicales, y un público que coreó con igual entusiasmo a íconos del pasado y del presente.

La edición de este año en Chicago superó expectativas, y dejó claro que el festival sigue siendo una plataforma vital para la música en vivo global, sin importar el género ni la edad.