La Reina del Pop enfrenta una demanda colectiva federal presentada por fans descontentos en Washington D.C., quienes alegan que los retrasos sistemáticos en el inicio de sus conciertos.

Madonna se encuentra en medio de un nuevo conflicto legal, esta vez enfrentando una demanda colectiva federal presentada por fans descontentos en Washington D.C. La demanda, recientemente presentada ante un tribunal federal en la capital de Estados Unidos, alega que la cantante ha despreciado sistemáticamente las expectativas y obligaciones contractuales de los asistentes a sus conciertos, principalmente debido a retrasos recurrentes en la hora de inicio de sus actuaciones en directo.

El foco principal de la demanda se centra en dos conciertos celebrados en el Capital One Arena en diciembre de 2023, donde Madonna subió al escenario dos horas más tarde de lo anunciado. Este prolongado retraso, sumado a la incomodidad dentro del recinto, ha generado un descontento generalizado entre los asistentes y ha motivado esta acción legal contra la cantante y Live Nation, el conglomerado de entretenimiento asociado a su gira.

Los demandantes argumentan que estos retrasos no solo contravienen las condiciones de compra de las entradas, sino que también representan un abuso de confianza y una desviación de las normas de profesionalidad del sector del entretenimiento. La demanda busca representar a todos los poseedores de entradas afectados por quejas similares, con el objetivo de responsabilizar a Madonna y Live Nation por lo que perciben como un flagrante desprecio por el tiempo y el bienestar de los fans.

La situación se ha agravado con las declaraciones de Madonna durante uno de los conciertos afectados, donde justificó la impuntualidad como un rasgo personal. Sin embargo, esta respuesta solo ha aumentado el descontento entre sus seguidores. La demanda sostiene que este comportamiento contrasta claramente con las normas imperantes observadas por otros artistas y eventos de entretenimiento, donde la puntualidad se considera una norma fundamental de la industria.

Además de los retrasos, la demanda también señala el uso del lip sync por parte de Madonna durante sus actuaciones, una práctica que consideran engañosa para el público y contraria a los principios de un espectáculo en directo. Los demandantes argumentan que, de haber sido informados previamente sobre el uso del lip sync, habrían reconsiderado la compra de entradas para el evento.

Tanto el equipo legal de Madonna como el de Live Nation han respondido a estas acusaciones, calificándolas de "injustificables". Sin embargo, los demandantes han refutado estos argumentos, señalando ejemplos de otros eventos de entretenimiento que cumplen con los horarios establecidos. Aunque el Celebration Tour de Madonna está próximo a concluir con un concierto gratuito en Río de Janeiro, Brasil, el resultado de la demanda aún permanece incierto, ya que los representantes de la cantante y Live Nation aún no han respondido formalmente a las acusaciones.