La cantante de pop Katy Perry se unió a la misión espacial NS-31 de Blue Origin, el primer vuelo suborbital sin tripulación masculina, y aprovechó su estancia fuera de la Tierra para cantar y anunciar su gira, que arrancará en México.

Katy Perry no solo conquistó los escenarios del mundo, ahora también ha llevado su inconfundible estilo al espacio. La superestrella del pop estadounidense formó parte de la histórica misión NS-31 de Blue Origin, liderada por Lauren Sanchez —prometida de Jeff Bezos—, en la que seis mujeres cruzaron la línea de Kármán para vivir una experiencia suborbital única. Perry no dejó pasar la oportunidad y, fiel a su ingenio, convirtió el viaje espacial en una plataforma perfecta para promocionar su próxima gira mundial, que dará inicio en México.

El pequeño cohete New Shepard, desarrollado por la empresa espacial de Jeff Bezos, despegó desde el oeste de Texas este lunes, marcando su undécimo vuelo tripulado y el primero que contó exclusivamente con una tripulación femenina, algo que no ocurría desde 1963 cuando la soviética Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en orbitar la Tierra.

Entre las tripulantes destacaban figuras de diferentes ámbitos: además de Katy Perry, subieron a bordo Lauren Sanchez, Gayle King (copresentadora de CBS Mornings), Aisha Bowe (ex científica de cohetes de la NASA), Amanda Nguyen (activista e investigadora en bioastronáutica) y Kerianne Flynn (productora de cine). Todas ellas seleccionadas personalmente por Sanchez bajo el mensaje de "inspirar a las generaciones venideras".

La travesía espacial, aunque breve, estuvo cargada de simbolismo y momentos memorables. Las seis viajeras espaciales emprendieron su odisea en camionetas eléctricas Rivian, la marca automotriz apoyada por Amazon y rival directa de Tesla. En un detalle que no pasó desapercibido, el propio Jeff Bezos condujo uno de los vehículos hasta la plataforma de lanzamiento, acompañando a las pasajeras hasta que subieron a la cápsula que las elevaría al espacio.

El despegue ocurrió puntualmente a las 13:30 UTC, impulsado por un motor que quema hidrógeno y oxígeno líquidos. La cápsula se separó del cohete dos minutos y medio después, alcanzando los 107 kilómetros de altitud sobre el nivel del mar, más allá de la frontera oficial del espacio. Desde tierra, personalidades como Oprah Winfrey, Kris Jenner y Khloé Kardashian presenciaron el histórico momento.

Dentro de la cápsula, Katy Perry no dejó pasar su oportunidad para hacer historia no solo como pasajera, sino también como artista. Durante los breves minutos de ingravidez, interpretó una versión de “What a Wonderful World”, un gesto que celebraba la magnitud de la experiencia, mientras sostenía una mariposa de cartón que reveló el setlist de su nueva gira, confirmando a México como la sede de su concierto inaugural. Un acto que recordó a sus fanáticos que para ella, el espacio es tan buen lugar de promoción como cualquier plató televisivo, incluso mejor que una visita a El Hormiguero.

Este evento subraya cómo el turismo espacial se ha convertido en el nuevo escenario de promoción para celebridades, que no solo buscan cumplir el sueño de ver la Tierra desde las alturas, sino también llevar sus marcas y proyectos a otro nivel, literalmente. Perry y King se suman así a una lista cada vez más extensa de figuras públicas que han viajado a bordo de New Shepard, como William Shatner —el legendario Capitán Kirk de Star Trek— y el aventurero Jesús Calleja, quien participó en la misión anterior, NS-30.

Además de brindar una experiencia personal transformadora, el vuelo reafirma la tendencia de las empresas aeroespaciales de vincular turismo espacial con el entretenimiento y el marketing. Blue Origin, SpaceX y Virgin Galactic se disputan la atención del público, mientras cada vez más multimillonarios y celebridades se animan a protagonizar estos viajes que, hace apenas unos años, eran impensables para alguien fuera del ámbito científico o militar.

Desde que el empresario Dennis Tito se convirtió en el primer turista espacial en 2001, pagando 20 millones de dólares por una semana en la Estación Espacial Internacional, la carrera comercial por democratizar el acceso al espacio ha evolucionado con pasos firmes. Con tecnologías cada vez más confiables y reutilizables, compañías como Blue Origin han logrado reducir el coste de estos viajes hasta estimados de poco más de un millón de dólares por asiento, abriendo la puerta a nuevas oportunidades tanto para la ciencia como para la industria del entretenimiento.

Con su participación en la misión NS-31, Katy Perry no solo hizo historia en un vuelo espacial sin hombres, sino que, además, elevó su estrategia promocional a niveles estelares. Su próximo tour mundial ahora carga con la anécdota cósmica que promete convertir cada presentación en un evento fuera de este mundo.