Este 6 de mayo se conoció la noticia de la muerte de Florian Schneider, fundador de la reconocida agrupación alemana Kraftwerk, y por eso, desde Residente X, le hacemos un homenaje.

Florian hizo parte de los hijos de la Segunda Guerra Mundial. Fue esta una generación encargada de crear, renovar, ser curiosa y experimentar. Con un referente tan importante como la música concreta, nombre que se le dio a la creación de sonidos a través de la manipulación de cintas, cortando y pegando, saliéndose de lo común y lo corriente, Florian decidió junto a su amigo Ralf Hütter darle forma a un proyecto musical que se negaba a continuar con la normalidad, y que se enfocó en el camino electrónico. 



 

 

Así nació Kraftwerk.

Con una formación musical desde niño, tocaba la flauta y el violín; Schneider logró darle vida a las máquinas, para muchos una música sin sentimiento, que de cierta manera era lo que buscaba, un sonido frío, construido desde lo robótico pero que representó la carta de navegación que le daría sentido a lo que hoy oímos.

La década de los 70, fue para ellos el inicio de una carrera que cambió la concepción de la música en el mundo entero. El manejo de los sintetizadores, las baterías programadas, del vocoder, con el que podían manipular sus voces y que les dio su identidad, les permitió publicar álbumes como Autobahn (1974), que es considerado el primer álbum electrónico masivo de la historia.

 



Y aunque solo con su música ya transgredieron; necesitaban mostrarse. Fue en 1976 cuando el mundo comenzó a ver a estos robots. Para ellos representó un logro inmenso, ya que por primera vez conseguían llevar a la gente su música en vivo. Y la simbiosis entre el hombre y la máquina fue algo que el mundo descubrió y de lo cual no se pudo desprender. Cada presentación de Kraftwerk era milimétricamente controlada. Música, luces y pantallas crearon un espectáculo que pudo ser visto por miles de personas en el mundo y que dejó un gran impacto a través de las generaciones que conocieron esta obra.

Entonces llegó 1983, cuando los conocí. En ese año se lanzó la canción Tour de France que fue usada como banda sonora para el certamen que lleva el mismo nombre. Los noticieros colombianos daban paso a su sección de deportes y hacían el balance de la competencia con esta canción. Y ahí todo cambió para mí, la respiración de un hombre que se agitaba a la misma velocidad que la música que sonaba de fondo fue todo un descubrimiento y seguro fue mi entrada a la música electrónica desde tan pequeña.

 



Su carrera continuó creciendo y a la par se convertían en referentes para los nuevos artistas que veían en ellos la inspiración para sus propias creaciones musicales. Sus presentaciones fueron legendarias, fueron invitados a los festivales más importantes y se transformaron en una institución a lo largo del tiempo. 

 

Florian Schneider recorrió este camino hasta el 2008, cuando decidió retirarse de la agrupación, ocultándose de la vida pública, hasta el 2015, año en el que publicó Stop Plastic Pollution, su último trabajo discográfico. 5 años después, el 6 de mayo de 2020, el mundo volvía a escuchar su nombre, esta vez con la trágica noticia de su muerte.

El espíritu de Florian será eterno, vive en nosotros, en lo que oímos, en lo que nos dejó como herencia. En este momento nos ponemos de pie y aplaudimos dando las gracias por ese regalo tan valioso como lo fue su música. 

Gracias Florian.

Siga aquí la playlist de Residente X con un homenaje especial a Kraftwerk:

 


Este sábado 23 de mayo no se pierda un nuevo capítulo de 'La historia secreta de la música' con Alejandro Marín a las 6PM y un homenaje a Kraftwerk.