Celebramos un aniversario más de uno de los discos más importantes de los años 90 ¡Feliz cumpleaños “Parklife”!

Las carreras de Galgos nacieron en Estados Unidos en 1920 y 6 años más tarde fueron introducidas como deporte en Gran Bretaña por el norteamericano Charles Munn. Su auge se dio después de la Segunda Guerra Mundial entre la clase obrera. Con el paso de los años y el despertar activista y animalista de la humanidad, las prácticas deportivas con animales fueron blanco de críticas a tal punto que hoy estas carreras son prohibidas en la mayoría de países donde tuvieron éxito en el siglo pasado. Actualmente (y para lamento de quien escribe esta nota) aún son legales en dos países: Inglaterra e Irlanda

 

 

En los años 90, precisamente en Inglaterra, una agrupación llamada Blur, nacida en 1988, publicó su tercer trabajo discográfico con dos aspectos importantes a resaltar. El primero es que este, además de ser su disco más importante, también fue y ha sido catalogado por la “crítica” como una de las mejores obras musicales de la modernidad, cosa que está sujeta a infinitas discusiones y puntos de vista; Y el segundo aspecto y no menos importante, su portada y contraportada, pues en ellas aparecen unos Galgos en plena competencia y la banda viendo la carrera, elementos tan alabados como criticados, igual que su música.

 

Tal y como sucedió con las carreras de Galgos, también pasó con el “Parklife” de Blur. Del amor al odio y de la alabanza al desazón. Para muchos, el mejor disco britpop de la historia. Para otros, un sonido infernal con representaciones reprochables. 

Pero dejemos a un lado a los lindos “lomitos” y hablemos de música. 1994 parece ser un año en donde la música explotó, de nuevo. Ese año ocurrieron cosas que marcaron el rumbo de la industria para siempre.

Comencemos con la muerte de Kurt Cobain. El 8 de abril de 1994 se conoció la triste noticia de su fallecimiento y con esta, la ira desatada de seguidores del grunge en todo el mundo. El duelo se hizo con música, pero música que parecía enterrar ese sonido oscuro y pesimista. Las agrupaciones más representativas del movimiento grunge lanzaron disco ese año: Pearl Jam, Soundgarden, Stone Temple Pilots y Alice In Chains, cubriendo con un manto las ideas que en el pasado los encumbraron y resignificando así su existencia. 

 

Por otro lado, R.E.M. publicó su noveno trabajo discográfico, el “Monster”, una disruptiva publicación con la cual se empezaron a discutir los límites entre lo alternativo y lo mainstream. Simplemente desaparecieron y preguntarse eso dejó de importar.

 

Green Day concretaría el asunto este del pop-punk con su “Dookie”, llevándolo a la cima del mundo con una sola canción: Basket Case. Beck, por su parte, pondría a cantar a los anglo y no angloparlantes un coro catártico y refrescante llamado Loser; Después de 10 años The Offspring lograrón un reconocimiento mundial con su disco “Smash” y Nine Inch Nails nos regaló lo mejor de su estridencia con el “The Downward Spiral”.

 

El metal noruego empezó a abrirse paso como un camión a toda velocidad y ni hablar del hip hop, pues Nas y Notorious B.I.G. publicaron verdaderas joyas discográficas que marcarían la pauta para las nacientes generaciones: el “Illmatic” y el “Ready to Die”, respectivamente.

 

Pero volvamos a lo que aquí nos reúne hoy y es el movimiento británico (no el de los Galgos). Dejémoslo de este tamaño: además de todo lo que hemos resumido, 1994 fue el año del nacimiento oficial del britpop sepultando, al mismo tiempo, al grunge. No hablemos de Pulp, o Suede, o de The Stone Roses, quienes si bien fueron los precursores del tema, siempre quisieron alejarse de la etiqueta y andar por su lado. 

El “Definitely Maybe” de Oasis llegó al mundo en agosto del 94 mientras que el “Parklife” lo haría unos meses antes, un día como hoy 25 de abril. Dos discos que sin duda convirtieron al britpop en el consentido del llamado “rock alternativo” iniciando así una nueva historia para la música.

 

En contravía a otros géneros, este se alimenta de mensajes esperanzadores, positivos y menos sórdidos, fórmula que mezclada con rasgueos de guitarra profundos y melodías pegajosas, se acoplaría perfectamente a la demanda sonora noventera.

Diez y seis canciones componen el “Parklife”, siendo un disco largo, con diferentes momentos, un interludio instrumental y contundentes hits radiales como Girls and Boys. Puede ser este disco una experiencia circense en donde hay diversos actos, altos, bajos, rápidos y lentos todos con descansos. En él encontramos desde punk hasta psicodelia, y se condensa el espíritu británico de la época, con televisión 24 horas y centros comerciales ávidos de shoppers enfermos.

 

Hoy se cumplen 26 años del disco que catapultó al pop británico e inspiró a muchos para seguir ese camino. Pero también, el álbum que le abrió la puerta a la intimidad de un movimiento calificado como banal, prepotente, carente de ideas y ante todo, con profundas ganas de mostrarse al mundo y reflejarse en él.

El cuento no duraría mucho y a diferencia de las carreras de galgos, que aún sobreviven en Inglaterra, el britpop no fue tan fuerte. Quedan para la historia siempre esas preguntas: ¿Es el “Parklife” de Blur el mejor álbum de britpop? ¿Es Blur la mejor banda de pop británico

No las vamos a responder, solo los invitamos a celebrar la música que nos mueve y a cantar sus canciones favoritas de Blur. ¿Cuál es su favorita del disco?

 

Nota: En La X rechazamos cualquier forma de maltrato animal.


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