Se cumplen 16 años de la muerte de uno de los genios del funk, el super freak, Rick James.

Rick James pudo haber muerto el día en que miembros de la “Familia Manson”, secta liderada por Charles Manson, asesinaron a la supermodelo y actriz norteamericana Sharon Tate junto a otras 4 personas. Pero no, James se salvó y todo gracias a que la noche anterior se había enfiestado tanto, que no se pudo parar de la cama para cumplir esa cita.

Irónicamente, los excesos que le salvaron la vida ese trágico 8 de agosto de 1969 (hechos narrados en la más reciente película de Quentin Tarantino), fueron los que se la quitaron más de 30 años después, el 6 de agosto de 2004, día en que el creador del Punk/Funk murió.

James Ambrose Johnson Jr. nació el 1 de febrero de 1948 en Búfalo, Nueva York, pero renacería en 1965, año en que huyendo del servicio militar se cambió el nombre por Ricky James Matthews. Su paradero había sido Toronto, Canadá, ciudad en donde conoció a Neil Young y formó parte de Mynah Birds, una de sus tantas agrupaciones relámpago de las cuales salía o por problemas con las autoridades o por diferencias con sus compañeros.

 

Por esos días Ricky James Matthews conoció a uno de sus ídolos, Stevie Wonder, quien no colaboraría en su música pero sí en su identidad artística pues fue el mismo Wonder quien le aconsejó quitar el Matthews de su nombre y dejar simplemente Rick James.

Gracias a una de sus tantas peleas con la agrupación, la Armada de los Estados Unidos se enteró de su paradero y fue arrestado durante un año. Al salir viajó a Los Ángeles para retomar su vida musical siendo contratado por Motown Records para componer canciones a diferentes artistas y agrupaciones en plena era dorada del soul y de la música disco.

Sus primeros años artísticos estuvieron marcados por temporadas oscuras en donde James se vio involucrado en el proxenetismo. Su adicción al sexo y a las sustancias alucinógenas lo halaban hacia los excesos más bizarros del bajo mundo, que mezclados con la época del peace and love, terminaron consumiendo silenciosamente su cuerpo.

 

No sería sino hasta 1973, cansado de su exitosa trayectoria en clubes de striptease, cuando por fin logró obtener un contrato discográfico con A&M Records, sello con el cual lanzó el sencillo My Mama, todo un éxito en Europa, continente al cual decidió viajar para hacer una gira y buscar “maravillosas rubias”, como él mismo afirmaba. Y lo hizo, sosteniendo una relación con una sueca de 19 años de edad, con quien (según él mismo) tocó las profundidades de la perversión y afloró su sentido más freaky de vivir.

No pasó mucho con A&M Records, más allá de unos cuantos escándalos, cuando logró obtener un nuevo trabajo con Motown, esta vez, firmando un contrato discográfico. Con ellos grabó su primer disco “Come Get It!”, un derroche de canciones sexuales entre las que se encuentra You And I que no es más que 8 minutos del llamado en aquella entonces “nuevo funk”, revolucionario, seductor, grotesco, hipnotizador y salvador para un sello al que ya no le quedaban estrellas.

 

De ahí adelante las cuentas de Motown y las de James eran pagas por sus hits discográficos que alcanzaron la cima con la publicación del disco “Street Songs” de 1981. Un punto clave de su carrera al inmortalizar su propio himno de vida: Super Freak. Con serios problemas de adicción a la cocaína y con una impotencia sexual a causa de sus extralimitaciones, James entró en un proceso de locura mental que lo hizo, por un lado mejorar su sonido y por el otro, desbloquear un nivel más de su libido, sin importar lo que esto conllevara.

 

Llegó a salir con la Princesa Elizabeth de Yugoslavia, la modelo Janice Dickerson y la entonces estrella del cine Linda Blair quien hizo el papel de Regan MacNeil, una niña poseída por el demonio en El Exorcista de 1973, a quien abandonaría al enterarse que estaba embarazada.

Los años 80 fueron sus años maravillosos. El revolucionario del funk le dio al mundo una inyección de éxtasis publicando un disco casi que por año, y dando de qué hablar por todo. Cuando no eran sus crueles críticas a Prince, acusándolo de robar su estilo, eran sus extravagantes fiestas llenas de sexo, drogas y mucho funk.

A pesar de obtener un nuevo aire y ganancias por las regalías de la canción U Can’t Touch This de MC Hammer (un plagio de frente), su decadencia llegaría en los años 90. Incapaz de cantar una canción completa y con el dolor por la muerte de su madre, Rick James visitaría “el más bajo nivel del infierno”, según sus propias declaraciones. En 1993 fue acusado de abuso sexual por lo cual pagó varios años de prisión. En 1997 publicaría su último disco, titulado “Urban Rapsody”, un intento fallido por recuperar la luz que nunca volvería a ver. En 1998, perseguido por la sociedad, las deudas y la soledad, sufrió su primer ataque al corazón hecho que marcó sus 6 últimos años.

 

El 6 de agosto de 2004, a sus 56 años de edad, el “Super Freak” murió en un apartamento arrendado en Los Ángeles. Después de tanto aguante, sus pulmones y su corazón dejaron de funcionar definitivamente. En su autopsia los médicos encontraron rastros de 6 clases diferentes de drogas siendo la más predominante la cocaína. Rick James murió en su ley y será recordado no solamente por su personalidad arrogante, disparatada y excesiva sino además, por ser el creador de un sonido que hoy sigue siendo influencia para muchos.


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